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Capítulo III La última estancia de Bolívar en Caracas
1827 enero 08 - julio 05
La última estancia de Bolívar en Caracas
1827 enero 08 - julio 05
Caracas

Esta mañana fui a caballo a desayunar con el Libertador y tuvimos una muy larga conversación sobre el contenido del periódico El Reconciliador. Entre otras cosas volvió a hablar ardientemente del desgarrado y miserable estado de Colombia, afirmando que la conducta de Santander la había llevado a lo que era; y que si no se presentaba rápidamente en Bogotá, la consecuencia no sería otra que ruina y anarquía. Le dije:

Señor, si usted está casi decidido a ir a la sede del Gobierno y a todas luces puede aprovechar la fragata británica anclada en La Guaira, así como la compañía del señor Cockburne, permítame sugerir que debería usted aumentar el gran interés que ya tiene el ministro de S. M. por el estado del país, poniéndole al corriente de todos los detalles del ruinoso estado de sus departamentos y de sus políticas, así como de las ideas de usted en cuanto a mejorar, si es posible, las terribles condiciones de la República; haciendo hincapié en que sin una protección más inmediata de Inglaterra o un mantenimiento de su tono dictatorial hacia España para que esta otorgue una tregua larga o la independencia inmediata; sin estas medidas, digo, este mundo de libertad en ciernes (hijo del propio señor Canning) dejaría de existir. Y que sabiendo también usted de las relaciones del señor Cockburne por parte de su cuñado señor Peele, así como de las de sir George Cockburne, y ayudado por el conocimiento total y absoluto de la situación de Colombia que usted le habría dado, además de la gran influencia que él tiene naturalmente sobre el secretario de Estado, usted cree que él podría pintar personalmente (en un regreso temporal a Inglaterra) el verdadero cuadro de esta agitada división de Sudamérica, y que no tiene usted ninguna duda de que el efecto producido colmaría sus esperanzas.

Agregué que «si los ministros, con base en la declaración (del señor C.), decidieran hacerse cargo del asunto (y confío que así sería), se enviaría una misión especial a España para negociar estas dos propuestas, que V. E. ya me había pedido que sometiera al señor Canning en enero pasado, y de las cuales ya está al corriente». El Libertador pareció encantado por la idea, y me pidió que informase al señor Cockburne de todo lo que se había sugerido. Así lo hice en el curso del día y él entró de lleno en el asunto, pero diciendo que la propuesta debía venir de Bolívar, y dirigida a él, en el sentido de que el Libertador deseaba que regresase [a Inglaterra] para poner el plan en ejecución. Así queda, por ahora, la idea que tuvimos.

Nadie cenó con nosotros. No ha llovido. Fui con el señor C. a hacer varias visitas a personas nativas. Termómetro, 23 a las 7 y 24 a las 4.

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