Plegarias como ya es costumbre en casa del coronel Stopford. A las diez llegó el correo a La Guaira —seis días antes de la fecha prevista— y los despachos subieron a las 4 de la tarde: ¡¡Todo bien, gracias a Dios, en casa!! El señor Cockburne había llegado a Londres y escrito a Esher. Ha llovido mucho durante la noche, ¡qué estación tan extraordinaria!