111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111
Capítulo IV Páez, el hombre fuerte
1827 julio 06 - 1829 diciembre 31
Páez, el hombre fuerte
1827 julio 06 - 1829 diciembre 31
Subcapítulos
Caracas

Fui a las 12 con el general Páez a la Plaza de Capuchinos a inspeccionar la Milicia de la ciudad y alrededores: bastante aceptable, pero se requiere mucho tiempo y multas o algún otro castigo para llevarlos a un sentido apropiado de su deber de ciudadanos, pero más particularmente de los que consolidan una república en la cual un Ejército permanente debería ser el establecimiento más insignificante del Estado, y su milicia su única fuerza. Pero tengo que volver a decirlo: esta gente quiere ser libre sin leyes, sin respeto mutuo ni obligaciones de ninguna naturaleza para el bien común, a no ser que sea para su propio beneficio personal o ventaja pecuniaria. El general estaba muy disgustado por la ausencia de más de 100 hombres, y prometió castigarlos muy rigurosamente. Plegarias en casa de Stopford. Llegó el correo de Bogotá, pero nada importante de ese sector. El coronel Campbell me escribe que no se sabe si el Libertador viene o no a Venezuela, pues está esperando a ver cómo se desenvuelven los asuntos en el Perú. Velada en casa de la señora Lewis. Termómetro, 21° a las 7, 24 a las 12 y 23 , a las 4.

1
111
111
111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111
U