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Capítulo IV Páez, el hombre fuerte
1827 julio 06 - 1829 diciembre 31
Páez, el hombre fuerte
1827 julio 06 - 1829 diciembre 31
Subcapítulos
Caracas

Hoy llegó el correo de Bogotá, y el ministro peruano señor Ávila, que llegó a aquella ciudad el 9 de febrero, afirmó que tenía poderes plenos para explicar todos los puntos en disputa entre su gobierno y el de Colombia, pero no parece tener autoridad para tocar el tema de la usurpación por parte del Perú de las provincias de Mainas y Jaén; o el de haberse arrogado el Perú el derecho a nombrar un obispo para la primera de las dos provincias; o el de la liquidación de la deuda pendiente con esta república; ni el de dar explicaciones de por qué el encargado de negocios colombiano fue expulsado de Lima. No obstante, encontrando a este enviado tan limitado, se le comunicó oficialmente a principios de marzo por orden del Libertador, que si al señor Armero no se le permitía regresar al Perú como encargado de negocios; que si la deuda del Perú no era pagada dentro de seis meses; que si no se devolvían las provincias de Mainas y Jaén y se retiraban las tropas peruanas de la frontera: que todo ello sería considerado por el gobierno como equivalente a una declaración de guerra. Así están las relaciones con el Perú, mientras que este, por otra parte, intenta por medio de toda clase de intrigas y trampas derribar la nación y la Constitución Boliviana. El 9 de marzo, dos días después de la fecha en que Bolívar pensaba salir de Bogotá:

todavía estaba en esa capital. Había dirigido un mensaje a la Gran Convención en el cual exponía los defectos y vicios de la Constitución y la administración y mostraba las debilidades de todo el edificio y sistema, y le decía a sus miembros una verdad llana, a saber que cada uno piensa en sus derechos, pero nadie en sus deberes; y depone el bâton de Presidente y general.

Esto no puede ser más que una mera façon d’agir, pues ahora sabe bien que su partido y la inundación de representaciones le asegurarán poderes ilimitados, y también está consciente de que si la Convención no le da legalmente estos poderes, el ejército, que es la alternativa para salvar al país, sí se los dará. Pues solo la mano, la cabeza y el corazón del Libertador pueden salvarlo, y Bolívar, sin ninguna duda, es el único colombiano que puede usar de esos poderes sin abusar de ellos. Su permanencia en la capital es para esperar otro correo del sur, pues se ha recibido información de una tentativa de subvertir a Bolivia por parte de agentes de Lima, y de la misma manera en que fue derribado el gobierno de esa ciudad, a saber por los auxiliares colombianos. Subió el señor Hurry para pasar unos cuantos días. Termómetro 22° a las 7, 26 a las 12 y 24, a las 4.

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