Cerré mis cartas y despachos para Inglaterra, Contesté a la carta confidencial de lord Dunglas, que contenía la directiva para el ministro de su majestad en Bogotá para orientación de su conducta allá, y que también debe servir para guiar la mía aquí. A las 9 de la mañana envié mi mensajero a La Guaira. No hay noticias. Surge de nuevo la cuestión de dónde ha de estar la capital de este nuevo Estado. ¿En Valencia o en Caracas? Dos veces se ha tratado el asunto en el Congreso, y me dicen que la mayoría estaba a favor de trasladarla de aquí a Valencia, pero la discusión última y final habrá de celebrarse el martes, momento este en que se pondrán de manifiesto la locura y debilidad de los miembros [del Congreso], pues casi todos ellos le tienen un miedo pavoroso a Páez y a Peña. El doctor Peña ha sido elegido presidente para el mes que viene, en el cual, según se dice, se pondrá punto final a la sesión.