Como los reformistas no aceptan las proposiciones de Páez, el Consejo se reunió anoche y ha decretado que se les concedan varios días después de recibir su decisión, es decir que si no aceptan las condiciones que ya se les han ofrecido se les considerará fuera de la ley, y se confiscarán sus propiedades para compensar los gastos ruinosos en que ha incurrido la república por su culpa. El mencionado capitán Las Casas, miembro de su grupo, les lleva este ultimátum, y mientras tanto se han hecho todos los preparativos y arreglos para seguirlos con la mayor rapidez y fuerza. El general Páez vuelve a ponerse en marcha hoy con su cuerpo de lanceros, y 300 hombres salen de Petare. Fui a ver a S. E. unos minutos esta mañana. Espera que en cuatro o cinco días pueda acabar más o menos con el asunto. El pueblo, por fin, se está organizando en una especie de guardia cívica o milicia. El Vestal venía a puerto ayer a las 10, pero la falta de viento se lo impidió. Hoy trataré de ver a los oficiales. Ha llovido fuerte un par de horas después de las siete de la noche. He recibido la noticia oficial de la muerte del Sr. Wall, que acaeció el día 20 a las 11 de la noche.