No he podido enterarme de nada oficial en detalle con respecto a Río Chico, pero por lo que deduzco de los confusos relatos, parece que una fuerza rebelde ha logrado un buen desembarco en Río Chico, y que la fuerza que manda el coronel Codazzi se ha replegado a fin de concentrarse, pero no sé en qué punto. El informe de la goleta armada Porteña es poco convincente, confuso e insatisfactorio. Me dicen que el general Carreño, el consejero de Estado que fungía de presidente durante el exilio de Vargas, ha sido puesto al mando de las tropas (como jefe) que están a punto de obrar en la frontera de Río Chico. Ninguna otra noticia importante en el día de hoy. Vargas ha publicado una «Alocución» fechada el 28 de agosto, una obra apresurada y débil, indigna tanto de las circunstancias como del presidente de la república. Es débil y prolija, y huele a perdón para los traidores del día 8, quienes, según todas las leyes que cada uno de ellos clama por restablecer, han perdido el derecho a la vida; y la medida será imbécil así como repugnante si es que el ejecutivo o el héroe que ha venido a restaurar la constitución, hacen alguna tentativa de indulgencia o compromiso. Pero tengo una opinión extremadamente despreciativa de casi todos los que deben tomar la decisión final. Una falsa idea de lo que es la verdadera piedad, para salvarle la vida ahora a los conspiradores, significará el sacrificio de cientos de personas inocentes en los próximos 20 meses.