Se espera el barco; cerré mi despacho a lord Palmerston con sus 9 abultados anexos, que contienen en total unos cien folios. El buque correo arribó a La Guaira a las 10 a. m. y para las 4 el propio ya había subido con las cartas. La señora de Harrison estuvo de parto esta noche. La niña nació muerta. ¡Qué pena!