111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111
Capítulo IV Páez, el hombre fuerte
1827 julio 06 - 1829 diciembre 31
Páez, el hombre fuerte
1827 julio 06 - 1829 diciembre 31
Subcapítulos
Caracas

Fui a ver al general Páez, quien me informó que la carta que había recibido del Libertador le decía que pensaba salir de Bogotá el 7 del corriente y que en vista de los disturbios de Barinas y Guayana visitaría esas provincias para restablecer la tranquilidad y luego regresaría a Caracas. Pero como la tranquilidad ya se ha restablecido en Barinas y hay perspectivas favorables por el lado de Guayana, el general cree que Bolívar podrá llegar a Caracas hacia fines de abril o a principios de mayo. En una de las recientes cartas que me ha escrito el coronel Wilson, dice que habrá protestas sistemáticas por parte del ejército, y ya parecen haber empezado en Caracas. La milicia de la ciudad ha firmado una presentación pidiendo, o más bien suplicando, al general Páez que haga llegar sus deseos a la Gran Convención. Continúan diciendo que «temiendo que por culpa de las intrigas partidistas, puedan suceder los más ruinosos cambios para la República en Ocaña, quieren que se insista en los siguientes puntos, a saber: la integridad nacional y la continuación en el mando supremo del Libertador Presidente todo el tiempo que sea necesario para la paz y la seguridad de la República».

El otro regimiento que está en guarnición aquí ha seguido el ejemplo, e igualmente lo han hecho los miembros de la municipalidad quienes, después de algunos comentarios sobre la Gran Convención y el perturbado estado del país, tanto por culpa de las intrigas partidistas internas como de las de España desde afuera, declaran que: «Todos estos argumentos, y otros más bien conocidos, nos enseñan que el remedio único y efectivo para protegernos de calamidades similares no es ni puede ser otro que la preservación de la unidad nacional, y también que el Libertador presidente, como padre de la patria y fundador de la República propiamente dicha, debe mantener el poder para salvarla, como lo hizo en los tiempos más calamitosos».

El señor Smith y un joven americano educado en Inglaterra, llamado Wolesley, comieron conmigo. Velada en casa de la señora Mocatta. Termómetro, 17° a las 6, 24 a las 12 y 23, a las 4. Viento muy fuerte.

1
111
111
111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111 111111
U