Vino a visitarme un tal coronel Mc Laughlin y fui con él a ver su casa. Es uno de los engañados por D’Evereux y se ha casado con una dama nativa. Pide 50 dólares mensuales por la casa. Está mal situada, pero tiene una vista bonita. Visité al señor O’Callaghan, comerciante en hierro que tiene una esposa poetisa y una hija gorda. Un extraño personaje, un tal barón de Humboldt #004-0062 que dice ser sobrino del célebre viajero, reside con ellos. Tiene unos 60 años de edad, dice que está al servicio de Rusia, y se encuentra aquí por su mala salud, pues es este el clima más apropiado que ha podido encontrar, pero hay informes que dicen que ¡está a punto de instalar una fábrica de sombreros! Extraño destino este para el sobrino de un ministro y de un personaje tan grande como el barón Alejandro. Llovió casi todo el día, pero ni hay humedad ni frío