El español que ha aparecido en los llanos de Orituco se llama Arizábalo, va a la cabeza de 500 hombres enarbolando la bandera española y, como dije antes, se le permitió permanecer en este país, a petición suya, para resolver unos asuntos familiares: y así lo paga. Hoy llegó el correo de Bogotá con fechas hasta el 30 de agosto. Allí se habían recibido cartas de Cartagena en las que se dice que el Libertador, el diez del corriente, estaba en Mahates, camino de la capital. Se le esperaba en Ocaña el 18; y su entrada en la capital para el 2 de septiembre, más o menos. Iba acompañado de su Estado Mayor y jamás había expresado la intención de entrar con tropas. Los habitantes y las autoridades deben de estarle esperando tranquilamente, puesto que escriben desde allí que todos tienen la certeza de que la presencia y sabiduría de Bolívar, y sus medidas, disiparán las disensiones que han prevalecido y restablecerán la cordialidad y unión entre las facciones, que tan esenciales son para el restablecimiento del buen orden en la república.
Con respecto a las informaciones recibidas del Sur, las cosas parecen ir de mal en peor. El 27 de agosto había llegado a Bogotá un oficial procedente de Guayaquil y dijo que las tropas del general Flores habían chocado cerca de Daule con las tropas de Guayaquil al mando del general La Mar, en cuya batalla este último fue derrotado con considerables pérdidas, y si no hubiera sido por los sentimientos humanitarios del general Flores, se hubiera sacrificado al cuerpo entero. Poco después el general La Mar renunció a su cargo nombrando en su lugar a su sobrino Antonio Elizalde. Entonces fue en barco a Lima el 24 de julio, a fin de asumir las funciones de presidente de esa república, cargo al cual había sido electo. No obstante, la municipalidad de Guayaquil se reunió y habiéndose arrogado el derecho de hacer los nombramientos públicos, y habiendo confirmado el mando, nombró intendente a Diego Novoa. Hicieron varias resoluciones manifestando su intención de separarse de la república y lograr una independencia total. Otros informes dicen que han adoptado una bandera que ya ondea en Guayaquil. Quito está en condiciones muy parecidas, y hay allí gran actividad para tratar de unirlo con la antigua provincia y con la de Cuenca. El general Páez ha aplazado su partida unos cuantos días. El señor Balestier cenó conmigo. Por la noche hubo una descarga bastante grande de petardos, cohetes, y otros endemoniados fuegos artificiales. Se soltaron globos, etc., etc., ante una considerable cantidad de personas, a costa, o más bien en cumplimiento de una promesa que había hecho un enfermo quien, temiendo la muerte, dijo que si se curaba gastaría en agradecimiento cierta suma en esta especie de testimonio de su recuperación: un método bárbaro de dar las gracias, tal como en tiempos paganos debía de dedicarse a Plutón, si es sinónimo del diablo y vive en las llamas. No ha llovido. Termómetro, 22° a las 7 y 24, a las 4.