Todo tranquilo, y el Congreso igualmente. Lamentablemente atrasado en todos sus actos para adelantar la estabilidad de la independencia del país, y una política ciega y miope (puramente egoísta) del jefe del Estado (aunque sea mi amigo). Al empeñarse en llevar la sede del Gobierno a Valencia, lo único que logrará será disgustar a la gente de aquí y a la de la costa y los valles que rodean la ciudad [capital]. Lo que creo es que si se lleva a efecto esta decisión, en el curso de los próximos 6 u 8 meses no sería sorprendente presenciar otra revolución, y esta vez a favor del antiguo sistema. También es el doctor Peña quien está detrás de esta maniobra impolítica. Comieron con nosotros el coronel Stopford y el cónsul de los Países Bajos con su secretario. Por la noche fuimos a casa de Mocatta, donde encontramos un comerciante judío de Puerto Cabello llamado Levy, una persona arrogante. Tardó 19 días en barloventear de ese puerto a la rada de La Guaira.