Hoy, cosa extraña, tuve varios visitantes, entre los cuales se encontraba el ministro de Relaciones Exteriores, señor Santos Michelena. Hablamos mucho del panfleto de Domingo Briceño, y de la liga (en embrión) de unión y amistad, que deben concertar los tres Estados. El Sr. M. cree que el general Páez nombrará al doctor Miguel Peña como uno de los delegados de esta y, siempre y cuando acepte, nadie mejor que él podría hacerlo, o con más cabeza en todo sentido, por lo menos en cuanto se refiere al principio preservativo, que ahora constituye a Venezuela en nación soberana e independiente. No se sabe nada interesante del Centro. Algunos dicen que ha sido nombrado un comisionado de Quito, para reunirse con dos de Bogotá, sobre la cuestión de la frontera entre estas dos repúblicas, que parece un poco conglomerada. Llovió durante horas y más horas. Monsieur Morène, el miniaturista, vino a verme para mostrarme un retrato que había terminado, y la lluvia lo detuvo en casa, por lo tanto cenó conmigo.